Posada - Luna Plateada.

Lord Henry V, el príncipe oscuro

- Henry guarda su libreta para anotar, toma sus cosas, y antes que alguien le diga algo se va a su habitación arrastrando los pies, simulando un notorio cansancio .. -

(...eso estuvo cerca....wow.... esos Inquisidores son en realidad de temer, pero...mmm...bueno, sera entonces... tengo que averiguar mas de ellos pues, incluso en mi reino llegaban noticias de gente que se hacia pasar por "autoridad" cuando en realidad no lo eran, y solo querian aprovecharse de la gente, pero... naaa.... aunque, esa mujer que estaba con ellos, era bastante bella como para ser una inquisidora... )

Lady Orian Gellidus [mareada]

"Pff... como sea que este, Sir Anubis da miedo... Jajajajajajajajaja!!! "

-miro a Sir Darco y reimos a la vez. Vemos como a Sir anubis no le hace mucha gracia la broma... -

"Esta bien, dormire en tu habitacion. Pero no puedes prohibirme leer antes de dormir, me es necesario. No puedo desperdiciar ningun momento para continuar con mis investigaciones... "

(...dormire en su habitacion... )

"Como sea, Nos veremos mañana temprano querido Sir Darco. Esta vez si que no llegare tarde, ya vez como me traeran amarrada... Jajajajajajajajaja"

-A Sir Anubis tampoco le hizo gracia esa broma...-

Lady Orian Gellidus

"Es injusto! Yo quiero leer, necesito continuar mis investigaciones. No lo son importante para ti, pero para David y para mi SI lo son!!!"

-A tientas me acerco hacia donde esta Sir Anubis, de pronto siento con mi mano derecha su hombrera. Esta sentado. No se mueve-

"No puedes estar durmiendo, no lo creo. Se que me estas escuchando, Anubis!!"

-No hay reaccion-

"ARGH!! Que rabia!!!! Te arrancaria ese corazon tan frio que tienes!!!!"

-a tientas vuelvo a mi cama, me siento en la orilla. Siento donde esta mi libreta y mi pluma, y las dejo a un lado...

Suspiro-

(tal parece que no podre hoy... )

Lady Orian Gellidus.

-Siento el beso de Sir Anubis. Me tranquilizo y trato de descanzar-

(No entiendo... como puede ser tan dulce algunas veces, y otras dan ganas de arrancarle las piernas... Hmmm... Como sea, Dormire. De todos modos ya no podre leer.)

-Cierro la puerta con llave y comienzo a desprenderme de la armadura para poder acostarme.-

(Despues de todo, si el estuviera aqui tendria que dormir con armadura... Uff...)

Lady Orian Gellidus

-Escucho ruidos violentos... me causan curiosidad-

(Que será eso? Sir Anubis me dijo que no saliera... pero... quiero ver que ocurre...)

-Intento encender la vela-

"AGH! es cierto. Me corto la mecha."

-El viento mueve mucho la cortina... una pequeña rafaga entra en la habitacion. Siento algo extraño-

(Algo pasa... o... va a pasar)

-En la ventana, una silueta que no distingo muy bien... intento acercarme pero mi cuerpo no responde...-

"Deberias cuidarte mas... Descanza..."

(...Una voz...)

-Me siento mareada. no puedo moverme con facilidad. Caigo dormida sobre la cama, y la silueta desaparece.-

Pandora de Deimos.

-Despues de la extraña esena del Posadero y de sus incinuasiones amorosas, yo me retiré a los aposentos que aquel hombre que me miraba con deseos y malicia me ofreció a cambio de mis servicios q no dude en prestar, pero con un cierto aire de desagrado para mi persona, despues de un rato y luego de darle lo que me habia pedido...

Mientras caminaba por los pasillos de la Posada a mí habitación escuché un grito tan aterrador como conocido. Era mas que seguro que se trataba de una criatura de la noche de las cuales he tenido el desagrado de conocer...

Era un hecho. La gente de esta posada corría peligro...-

(¿Pero que puedo hacer? Solo tengo aquella daga dentada que le quité a ese Caballero que había muerto en mano de esas criaturas horrendas, mientras trataba de clavarles esa daga en el corazón...

No lo se, ¿servira de algo esa daga?... Podré ayudar en algo... Solo hay una manera de saberlo... Y es llendo a el lugar donde estan pasando las cosas.)

Pandora de Deimos.

-Llego al lugar corriendo y veo aquella terrible esena esa horrenda bestia arriba, de cabeza en el techo lista para atacar. El caballero q vi desde lejos hace pocas horas y al otro en estado de confusion y shock...

No habia tiempo para pensar, sacando rapidamente la daga de entre mis ropajes la lanzo sobre la bestia clavandole la daga hasta el fondo de su cuello...

Rapidamente ruedo hacia un costado para evitar un contraataque, e incorporarme de nuevo... es un echo que despues de lo que le hice esa criatura me hará pedazos...

Pero no me importa si e hecho lo correcto.-

Pandora de Deimos.

-Yo veía esa terrible esena, y no pude evitar enojarme con aquella horrenda bestia...

En el suelo vi la espada del Caballero que en esos momentos estaba siendo atacado por esa cosa...

Rapidamente corro hacia la espada la tomo de un golpe, y con todas mis fuerzas le azoto la cabeza de ese horrendo monstruo una y o otra y otra vez sin parar...

Mientras veo como la sangre salta para todas partes mientras uso la espada casi como un hacha cuando uno nesecita leña. Golpeo la cabeza de esa cosa hasta que ya no se vuelva a mover más...

En eso los recuerdos me invaden .... De aquella pelea donde una de esas criaturas habia matado a ese caballero, y solo por protegerme de aquella cosa...-

"¡¡¡NO PIENSO PERMITIR QUE LO MATES YO NO VOY A DEJARTE HACERLO MONSTRUO!!!"

Pandora de Deimos.

(Sera tu fin monstruo, pero ¿sabes algo?... con lo que te e machacado ya no te sera tan facil arrancar de esta posada...)

-Mientras me corro de apoco hacia afuera de la habitacion mientras mantengo mi mirada fija en el monstruo...-

"De esta ya no te podras salvar criatura oscura..."

(espero que lo que hice sirva para darle al caballero una oportunidad para acabar con esa cosa.)

Lady Orian Gellidus

-Despertando, algo aturdida-

"...Ah? ¿Q...que? ¿Que paso anoche? Como... ¿Como fue que me dormi?"

-Escucho a Sir Anubis que comienza a moverse. Lo veo en la puerta dispuesto a salir-

"Buenos...Dias, Anubis. ¿A donde vas?"

-Escucho como el posadero grita, llamando a todos-

"Parece que ocurrio algo... Deja que me vista y te sigo."

-Comienzo a ponerme mi ropa, pero al igual que Anubis, opto por no ponerme la armadura. Llevo mi libro y mi pluma. Nada mas.-